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El filtro de partículas, conocido también como FAP o DPF (por sus siglas en inglés) es un dispositivo que está compuesto internamente por una malla de cerámica muy fina, en forma de colmena.
Los poros de esta malla son tan finos que retienen las partículas sólidas, dejando pasar solo los gases de escape.
Su diseño interno obliga a los gases de escape a pasar por el filtro cerámico, atrapando así las partículas sólidas a su paso.
El FAP, ubicado en el escape, está diseñado para almacenar las partículas tóxicas resultantes de la combustión incompleta de combustible diesel y después quemarlas cuando esté lleno. Este es el proceso de regeneración.
Para ello, los fabricantes activan una inyección adicional de diésel más tarde en el ciclo de combustión. Este combustible eventualmente se quema en el filtro, eliminando las partículas.
Este proceso toma sólo unos 20 minutos. Pero en la ciudad, a bajas velocidades, el escape apenas supera los 400 grados centígrados, mientras que se necesitan al menos 600 grados centígrados para quemar las partículas. En este caso, cuando el FAP está lleno, la electrónica multiplica las inyecciones tardías en un intento de regenerar el filtro.
Con el tiempo, este proceso a veces es ineficaz y conduce a la obstrucción final del filtro. Ahí es donde entra Tecnifap.
Nuestro sistema de regeneración nos permite volver a los parámetros de fábrica, no sólo los filtros afectados por la carbonilla, sino también los sistemas afectados por la rotura del turbo y el consiguiente llenado de aceite del catalizador.
Se trata de un método con agua a presión que emite ondas constantes hacia la región dónde se ha formado el tapón de ceniza y consigue romperlo y transportarlo fuera del filtro de partículas.
Con la ayuda de un jabón específico, la temperatura del agua y la presión controlada de agua, se consigue eliminar eficazmente la ceniza.
Se realiza posteriormente un sistema de secado con temperatura controlada, para garantizar un secado óptimo y realizar el test final de presión.
Entregamos informe de prueba de flujo con la comprobación de la recuperación de la diferencia de presiones.
El ahorro en comparación a montar un DPF o FAP nuevo es considerable, puede llegar hasta el 80%.
Si el filtro estuviera en mal estado o no se pudiera recuperar, no cobraríamos nada, más que los portes y le ofrecemos la alternativa de uno nuevo.
Existen otros tipos de limpieza neumática con procesos de horneado. Pero este proceso no consigue eliminar la ceniza de forma completa.
Además, está apoyado en procesos de horneado del filtro a altas temperaturas, que hacen que el filtro se caliente pudiendo expandir los bloques de ceniza acumulados y producirse roturas que lo arruinarían.
Una de las principales ventajas de la limpieza con agua a presión es la posibilidad de poder realizar el proceso en ilimitadas ocasiones, aspecto que no se puede repetir en el caso de los procesos de horneado, en los que no se recomienda más de 3 veces.
Cuando se usa tecnología no adecuada para la limpieza, como por ejemplo utilizar detergentes químicos, que incorporen algún ácido, esas partículas de metales preciosos pueden ser eliminadas, afectando posteriormente el funcionamiento del filtro, así que el filtro no se regenera y deja de funcionar, habiendo como única alternativa la compra de un filtro nuevo.
Descárgate el manual de funcionamiento de nuestra máquina para conocer más a fondo las posibilidades de la máquina
