Ley de contaminación. ¿Qué es EURO 6?

En 2017, las normativas y reglamentos han girado en torno al medioambiente y la contaminación. Y, como era de esperar, gran parte de las discusiones se han centrado en las emisiones de los vehículos que circulan por nuestras carreteras.

El resultado del debate es la norma Euro 6c, que entró en vigor el 1 de septiembre de 2017. Esta norma concierne sobre todo a la industria del automóvil y exige cambios importantes en los nuevos vehículos.

¿Qué es Euro 6?

La normativa europea Euro 6 es una normativa de protección medioambiental que entró en vigor en septiembre de 2015. Su propósito es limitar las emisiones de ciertos gases contaminantes que emiten los vehículos de carretera. En otras palabras: los fabricantes se ven obligados a fabricar coches y camiones menos contaminantes. Los fabricantes tienen la obligación de cumplir con los niveles cada vez más exigentes de emisión de partículas y óxidos de nitrógeno.

La normativa europea, que inicialmente solo se aplicaba a vehículos pesados, desde 1991 se aplica también a los vehículos ligeros. En estos últimos años, las emisiones de óxidos de nitrógeno de los vehículos diésel se han reducido considerablemente, y la tendencia es imparable. 

Estas normas para vehículos ligeros están enumeradas del 1 al 6, siendo la norma Euro 6 la más reciente. La Euro 6 es la normativa más actual y se aplica a todos los vehículos registrados a partir del 1 de septiembre de 2015. Esto se traduce en que todo vehículo comercializado en un país europeo después de esa fecha debe cumplir con la normativa Euro 6.

Cuáles son los límites de Euro 6

Pues bien, si eres de los que quieren conocer todos los datos, estos son los límites de emisiones para los coches que cumplen Euro 6. Hay que distinguir entre coches de gasolina y coches de gasóleo.

Pero antes de entrar en las cifras, conviene recordar qué efectos tiene cada gas.

  • El monóxido de carbono es un gas venenoso pues provoca la asfixia celular al no dejar que llegue oxígeno a través de la sangre.
  • Los hidrocarburos son nocivos para las vías respiratorias.
  • Los óxidos de nitrógeno son nocivos para la salud pues provocan problemas respiratorios, y reaccionan con otros compuestos para originar a su vez otros contaminantes atmosféricos.
  • Las partículas son nocivas para la salud, causan problemas respiratorios y cardiovasculares y a largo plazo y en altas concentraciones, producen cáncer. También producen cierto efecto invernadero.


Evolución de las emisiones de los principales contaminantes

 

Y ahora veamos los límites.

Motor de gasolina

  • CO (monóxido de carbono): 1,0 g/km
  • HC (total de hidrocarburos): 0,10 g/km
  • NOx (óxidos de nitrógeno): 0,060 g/km
  • HC + NOx (hidrocarburos y óxidos de nitrógeno): 0,160 g/km (aprox.)
  • PM (partículas en suspensión): 0,005 g/km
  • P (número de partículas): 6×10^11/km (6×10^12/km durante tres años para los de inyección directa)


Motor diésel

  • CO (monóxido de carbono): 0,50 g/km
  • HC (total de hidrocarburos): 0,09 g/km (aprox.)
  • NOx (óxidos de nitrógeno): 0,080 g/km
  • HC + NOx (hidrocarburos y óxidos de nitrógeno): 0,170 g/km
  • PM (partículas en suspensión): 0,005 g/km
  • P (número de partículas): 6×10^11/km

 

Como puedes ver, los límites máximos de emisiones tienden a igualarse bastante entre un motor de gasolina y un motor diésel. Obviamente siendo un máximo, después los coches, dependiendo de la marca, modelo y motor, pueden generar más o menos emisiones, sin superar el límite. Sería muy bueno que todos los fabricantes informaran detalladamente de todas las emisiones de cada uno de sus modelos y versiones, para que los consumidores pudiéramos comparar y decidir mejor.

También se puede observar que durante tres años (o sea, hasta septiembre de 2018), puede haber coches de gasolina de inyección directa que generen más partículas en número que los coches diésel.

¿Qué pasa entonces con un coche diésel?
Tanto los motores de gasolina como los motores diésel se han tenido que adaptar y retocar para cumplir la nueva norma anticontaminación Euro 6, sin embargo, en los coches diésel ha sido necesario recurrir a más elementos para cumplir con los nuevos límites de emisiones.

¿Por qué? Pues primero por la propia naturaleza del gasóleo como combustible, es decir, por su composición química, un poco más pesado, denso y menos refinado que la gasolina y que contiene más carbono. Y segundo por el funcionamiento de un motor de ciclo diésel, que lo hace a mayor presión. Debido a estas dos cosas un motor diésel genera en la combustión más partículas que un motor de gasolina (del orden de unas 20 veces más aproximadamente) y también más óxidos de nitrógeno.

Las primeras estrategias para reducir emisiones en los coches diésel fueron la recirculación de los gases de escape (EGR), que reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno, y el convertidor catalítico de doble vía (un catalizador de oxidación, como también llevan los coches de gasolina), que neutraliza las emisiones de monóxido de carbono y de hidrocarburos, convirtiéndolos en dióxido de carbono y vapor de agua, gracias a los metales que contiene en su interior y la alta temperatura de funcionamiento.

Pero estos dos dispositivos ya no son suficientes. El límite para las partículas en Euro 6 es el mismo que se había establecido ya con la norma Euro 5. Así que desde enero de 2011 (venta de coches nuevos Euro 5) todos los coches diésel cuentan con un filtro de partículas.

Es un elemento en la línea de escape del motor, que hace de trampa para más del 99,5 % de las partículas sólidas en suspensión que hay en los gases de escape (el hollín o carbonilla que generan, y que se ve como humo negro saliendo del tubo de escape). Aun así, no es infalible al 100 % y no puede retener todas las partículas más finas (menores en cantidad, pero muy nocivas). Los coches diésel Euro 6 siguen llevando igualmente filtro de partículas.

Es importante entender cómo funciona un filtro de partículas y que debe regenerarse periódicamente, y también es importante tener presentes sus inconvenientes, sobre todo para evitar problemas y averías.

El filtro de partículas para los motores diésel retiene más del 99,5 % de las partículas, pero necesita regenerarse periódicamente o bien ser limpiado para un correcto mantenimiento.